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13 mar 2025
Acciones del Colegio
Ángel Lizcano, coordinador del Grupo de Cuidados Cardiovasculares de la Sociedad Madrileña de Enfermería Familiar y Comunitaria (SEMAP), analiza en qué consisten esos autocuidados -que abarcan el ejercicio, la alimentación, el bienestar psicoemocional y las relaciones interpersonales- y advierte sobre las consecuencias de no adoptarlos.
Cada 14 de marzo se celebra el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia de la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Según el Informe del Estado de Salud de la Población (IESP) de la Comunidad de Madrid, la enfermedad cardiovascular, que hasta hace unos años era la principal causa de muerte, ha pasado a ser la segunda causa de defunción en hombres y en ambos sexos (la primera causa de muerte son los tumores).
Un día en el que, si hablamos de prevención, hablamos de enfermeras en muchos de sus ámbitos, como en los centros educativos, centros de trabajo, sociosanitarios y, sobre todo, en Atención Primaria, donde este 14 de marzo (y el resto del año) estas profesionales evalúan el riesgo que tiene la población con edades comprendidas entre 40 y 70 años de sufrir una enfermedad cardiovascular.
El objetivo es dar a conocer a los ciudadanos la estrecha relación que existe entre el estilo de vida y la salud cardiovascular, fomentando el autocuidado en todas las esferas personales (corporal, psicoemocional y en las relaciones personales). De igual modo, se destacará el papel de Enfermería de Atención Primaria en la prevención y control.
Así lo confirma Ángel Lizcano, coordinador del Grupo de Cuidados Cardiovasculares de la Sociedad Madrileña de Enfermería Familiar y Comunitaria (SEMAP) y uno de los ‘padres’ de este día en Madrid que lleva 14 años celebrándose.
“Se trata de potenciar el papel de la enfermera de Atención Primaria en todo lo relacionado con los autocuidados cardiovasculares”, manifiesta.
Y añade más: “Si la palabra cuidado va siempre de la mano de las enfermeras, también la de autocuidado… y promocionar, capacitar, empoderar a las personas para que se autocuiden, y este día es uno de esos días visibles para que la población nos conozca. Independientemente de todas las labores que hace la enfermera de Familiar y Comunitaria, una de ellas (y clave) es todo lo relacionado con la prevención cardiovascular con todos los factores de riesgo que existen”.
Pero ¿cómo se fomenta ese autocuidado? Para Ángel Lizcano, es como una mesa de cuatro patas. “El ejercicio, la alimentación, la parte psicoemocional y la parte de nuestras relaciones interpersonales”, precisa.
“Y la enfermera de Atención Primaria lo que tiene que intentar hacer es darle las herramientas para que se ‘autocuide’ en estos aspectos y que la mesa no cojee”, detalla Lizcano, otorgándole la misma importancia a todas las patas de esa mesa.
Y teniendo en cuenta todo esto, el enfermero enumera tres tipos de prevención: Primero estaría “la poblacional”, a través de la cual se promueve un estilo de vida saludable (alimentación, ejercicio, no fumar, etc.). Todo lo que son aspectos conductuales.
Ángel Lizcano, coordinador del Grupo de Cuidados Cardiovasculares de la Sociedad Madrileña de Enfermería Familiar y Comunitaria (SEMAP)
Cuando esta primera prevención no ha funcionado bien, empiezan a aparecer otros factores de riesgo como la diabetes, la hipertensión, la dislipemia, la obesidad… La enfermera en este caso podrá seguir haciendo prevención (segundo tipo) para que las personas que tengan estos factores de riesgo no pasen a la siguiente prevención, que es ya para pacientes que han sufrido infartos, ictus, insuficiencia renal o la enfermedad arterial periférica.
“Al final es una especie de continuo para todas las edades y el papel de la enfermera va desde la alimentación hasta cuando has tenido un infarto”, resume.
Una de las herramientas para tasar el estado cardiovascular de las personas que participan voluntariamente en esta iniciativa es la tabla SCORE, que permite realizar este cálculo a 10 años a partir del análisis de diferentes factores como la edad, el peso, la presión arterial o el colesterol, entre otras variables.
En 2023 (último año con datos a fecha de hoy) las enfermeras de los centros de salud realizaron 1,1 millones de pruebas para la detección del riesgo cardiovascular y otros problemas de salud prevalentes en el adulto a un total de 1.191.779 usuarios.
Como en años anteriores, en el marco de la celebración de este Día Europeo de la Prevención del Riesgo Cardiovascular, se realizarán miles de estas pruebas con los centros de salud de la región. Una iniciativa que está impulsada por la Gerencia Asistencial de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud, con la colaboración de SEMAP y de su Red de Enfermería en Cuidados Cardiovasculares de Atención Primaria (REccAP).
Ángel Lizcano, coordinador de esta red, pide a todas las enfermeras de AP que realicen ese SCORE durante todo el año aprovechando las visitas de los pacientes a consulta por cualquier causa y que lo recomendable sería hacer una valoración al menos cada 5 años en pacientes de entre 40 y 70-75 años.
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